Mercado laboral

El otro día escuchaba a Fátima Bañez sacando pecho con un montón de datos y porcentajes referidos a la creación de empleo. Ese asedio numérico pudo conmigo y terminé por creer (si bien no a pies juntillas) que la situación laboral estaba mejorando. Sin embargo la realidad nos rodea y es otra bien diferente.

El trabajo es precario y los sueldos son bajos. Hoy en día una persona que trabaje como cajero de un supermercado cobra en torno a 900€ o 1000 €, un abogado entre 1.000 € y 1.400  € y un ingeniero también anda por esas cifras. Con ello no quiero decir que las diferencias en cuanto a emolumentos deban ser mayores sino que todos deberían ganar más.

MERCADO LABORAL, PARO, TASA DE PARO, DESEMPLEO La lucha por unas condiciones dignas está servida, se trabaja mucho y se gana poco (tampoco se tiene mucho tiempo para gastar lo que ganas). Las jornadas en muchos sectores alcanzan las 12 o 13 horas con relativa frecuencia pero nadie menta el convenio (caso de haberlo). Encima de todo no es sencillo alcanzar el gusto de ser explotado con alevosía, sino que en muchos casos es necesario realizar Masters en escuelas de negocio (el negocio es el que hacen ellos) por cuantías superiores en todo caso a los 10.000 €, de tal modo que los formados acceden a bolsas de trabajo interesantes y los formadores acceden a mucha pasta, a cambio de una formación no siempre excelente.

Este es el empleo que soy susceptible de padecer, pero también he comprobado la escasa remuneración y el endeudamiento moral de los becarios, hasta cierto punto aprendices, hasta cierto punto trabajadores.

En cuanto a la precariedad también me preocupan aquellas personas sin formación superior, cuyo perfil es si cabe más vulnerable que el del resto (suelen tener cargas familiares importantes) y después de varios años en paro están dispuestos a trabajar en lo que sea. Sin subsidios ni ahorros están a merced de esas alimañas empresariales que ofrecen trabajar 8 horas, con un contrato de 4 horas y pagando como si se trabajaran 2 horas.

Por no hablar de los pobres (literalmente) autónomos que vienen pagando casi 300 € de Seguridad Social. Estos merecen un post aparte.

Por todo esto y mucho más, no puedo sino revolverme en mi asiento incómodo pero inmóvil cuando escucho algo parecido a que España va bien, pero en cierto modo nos lo merecemos pues lo más que voy a hacer es este post, que previamente he revisado dos o tres veces para no herir sensibilidades.


Así es, hasta luego.


Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Es sostenible nuestro sistema de Seguridad Social?

A vueltas con el cuarto poder

Futflix